Si estás en un dilema y no sabes si la maquinaria eléctrica o de combustión es la que te conviene, nosotros te contamos todo lo que debes saber.
Antes que nada, conviene decir que cada una de estas maquinarías es capaz de resaltar por su cuenta de acuerdo al contexto al cual se enfrenten; quizá una llegue a verse en desventaja ante cierta situación, pero eso no demerita su eficacia en ningún sentido. Ahora conozcámoslas mejor y exploremos sus características.
¿Por qué? Ya no necesita de gas, diésel, ni gasolina; tampoco requiere cambios de piezas de desgaste típicos de los motores de combustión, además, no hace falta que un profesional lo revise de forma tan frecuente para detectarle fallas.
El motor puede llegar a alcanzar hasta un 90 %, en comparación con el de diésel, qué máximo alcanza un 40 %.
¿Puedes creer que la maquinaría eléctrica, en general, emite la fabulosa cantidad de 5 a 0 % de emisiones contaminantes? Por eso no es una exageración utilizar la palabra “consuelo”.
La contaminación auditiva igualmente se ve mitigada, puesto que los motores eléctricos no hacen ruidos estruendosos, de ahí que se elijan para proyectos en los que se exige precisión o que se realizan durante la noche.
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Comprarlas resulta más caro que adquirir maquinaría de combustión, así que se debe tener en cuenta para determinar si se cuenta con el presupuesto para costearla o no.
Todavía hay maquinaría que precisa de estaciones de carga, a pesar de que ya existen otras opciones en el mercado que ya prescinden de estas; el factor del tiempo también le juega en contra debido a que la espera a una renovación completa de batería puede llegar a extenderse más de la cuenta y ocasionar retrasos en la obra.
Los motivos van desde una instalación eléctrica no llevada a cabo correctamente, hasta malas condiciones de almacenaje.
Gran problema, en especial durante actividades desempeñadas en entornos en los que la electricidad no llega ni por asomo.
Hemos terminado con la maquinaria eléctrica, continuemos con la de combustión.
Al depender enteramente de la gasolina o el diésel, pueden funcionar durante largos periodos de tiempo y en circunstancias en las que conseguir electricidad es complicado.
¿Presupuesto apretado? La maquinaría de combustión es la alternativa para llevar a cabo la obra en situaciones financieras que no son muy favorables.
Como no corren peligro de que se les acabe la batería o se les dañe, entonces se puede optar por este tipo de maquinaria para obras que se desarrollarán en situaciones de calor extremo o que se extenderán por muchísimas horas.
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Quizás años antes todavía no se consideraba esto como un problema grave, pero es evidente que las condiciones actuales del mundo ya no consienten que la contaminación se ejerza a diestra y siniestra.
Requerirán de chequeos constantes, atención a sus fallas, compra de piezas y… Sí, ¡el combustible! O si no, ¿cómo van a funcionar?
¡Ojalá que esta información te ayude a tomar decisiones más informadas y conscientes!