¿Trabajas con pintura o yeso? Descubre cómo proteger tu plataforma de elevación y evitar cargos adicionales por daños. Sigue estos consejos prácticos de Hemoeco para cuidar tu equipo y mantener la productividad.
Protege tu plataforma de elevación de pintura o yeso y evita recargos innecesarios – Hemoeco
Cuando estás en obra, cada detalle cuenta. Y aunque tu enfoque esté en el acabado perfecto de una fachada o techo, hay algo que no debes pasar por alto: proteger tu plataforma de elevación. Las salpicaduras de pintura o el polvo de yeso no solo pueden afectar el funcionamiento del equipo, sino que también pueden generarte recargos al momento de la devolución.
En Hemoeco, entendemos que cada peso cuenta, y por eso te compartimos esta guía práctica para mantener tu plataforma en óptimas condiciones durante trabajos con materiales delicados como pintura y yeso
Antes de comenzar el trabajo, cubre adecuadamente:
Utiliza lonas plásticas, fundas reutilizables o protectores específicos para maquinaria. Esto no solo previene manchas, sino también acumulaciones que pueden afectar el rendimiento del equipo.
Los controles son una de las zonas más sensibles de la plataforma. Una gota de pintura mal colocada puede afectar sensores, botones o incluso impedir el encendido del equipo. Usa bolsas plásticas con cinta adhesiva o fundas diseñadas para herramientas eléctricas.
Evita que el yeso o la pintura se endurezcan en zonas de movimiento. Revisa diariamente:
Una limpieza rápida con trapo húmedo puede ahorrarte mucho dinero en reparaciones o limpieza posterior.
Al terminar tu día de trabajo:
Una plataforma limpia reduce el riesgo de cargos por mantenimiento extra o limpieza profunda al final del contrato.
Si algo sale mal y accidentalmente se mancha o daña alguna parte del equipo, repórtalo de inmediato. En Hemoeco preferimos ayudarte a resolver el problema desde el inicio a que enfrentes recargos innecesarios más adelante.
En Hemoeco nos comprometemos contigo desde la entrega del equipo. Por eso:
Sabemos que en obra el tiempo es dinero. Con estas buenas prácticas, no solo proteges tu inversión, también evitas interrupciones, mantienes tu productividad y cuidas tu relación con tu proveedor.